miércoles, 27 de febrero de 2013

la educación como prospección

Miguel Ángel. Sibila délfica
Paola, la esposa del comisario Brunetti (personaje de las novelas de Donna Leon), va leyendo la prensa con seis meses de retraso. Suscrita a varios semanarios, almacena los periódicos y revistas hasta que, medio año después, les llega su turno. De esta forma, comprueba qué noticias han sobrevivido a la vorágine del tiempo; cuáles parecían intrascendentes pero han resultado relevantes; cuáles se han desvanecido sin pena ni gloria a pesar de las revoluciones que presagiaban.
Configurar un plan de estudios para un grado universitario y, aunque en menor medida, la docencia en ese grado; es tratar de detectar con antelación esas noticias que – varios años después – serán relevantes.
Formamos personas para que se incorporen a un mercado de trabajo y, en última instancia, a una sociedad, que no sabemos a ciencia cierta cómo será. Primamos unos conocimientos arrinconando otros; fomentamos unas competencias mientras otras son solo mencionadas al vuelo; nos volcamos en el manejo de unas herramientas desdeñando la utilización de otras… y todo con la esperanza de que hayamos sabido discernir los conocimientos, las competencias y las herramientas adecuadas para ese futuro no escrito.
Obligados como la sibila, pero sin habernos sido concedidos sus dones, a predecir un futuro; nada nos haría más felices, como docentes, que encontrar años después esos periódicos y comprobar que lo que llevamos a la primera plana sigue estando de actualidad.

[publicado inicialmente por Raquel Martínez el 05/02/2013 en www.arquitecturaconminusculas.wordpress.com]

No hay comentarios:

Publicar un comentario